Ponelos en Cuatro | Feria Matahari de MONA

Alguna vez nos gustó que mueran por nosotras. Que desesperados supliquen por una migaja de nuestro irresistible amor. Alguna vez fantaseamos con un ex ingrato queriendo volver para, esta vez, nosotras decirle "NO" y que nos ruegue, mientras nuestra carcajada vengativa le desgarra el corazón.

A veces nos vamos de mambo, y para equilibrar la balanza de nuestros desamores, enamoramos a un amigo para que un día nos diga tembloroso "tengo que hablar con vos". Y sí, ya sospechamos que sufre por nosotras, pero igual le contás intimidades de tu saliente, te mostrás frágil ante él, le pedís que te acompañe a un casamiento y borracha le histeriqueás. Y sí, ahí nos excedemos.

Hay una parte matahari que se activa un día, tal vez cuando de chica te mandan al almacén y pasás por lo del vecino que te gusta y 3 metros antes caminás distinto, ponés cara de trompita, te arreglás las pulseritas -o no sacás la mirada del piso pero pispeás de reojo a ver si te mira- Desde ahí, una mueca casi maliciosa se nos dibuja sin querer cuando nos suplican y obvio, muy relajadas y campantes, respondemos: "No sé... estemmm... no, mejor no."

A veces nos gusta ser guachitas, brujas. Porque así nos persiguen en fila, en cuatro patas como bestias en celo. Nosotras, hechas unas monas, miramos para adelante... tras ESE que todavía no nos ruega.
***
Segunda feria de MONA. Viernes 24 de julio. 21 hs.
Anatole France 422. G. C.


Las ferias de diseño en Mendoza | 10 motivos de ira

  1. En una misma falda encontrás: un pedazo de cortina de la abuela, modal verde cata, costuras amarillas, puños a lunares y una flor de tul.
  2. Las remeras que son lindas son cortitas: ¿Qué mujer muestra el ombligo después de los 20 años? Sólo en verano, en la playa y después de 2 tragos.
  3. Algunos diseños además de extravagantes son lindos, pero... deberíamos comprarnos zapatos, abrigo y corte de pelo nuevos para no parecer una oficinista que le metieron droga en el café y se perdió ¿Con qué se combina un tapado multi-color, con multi-texturas? Con droga, dirían en el almacen del barrio.
  4. Las "diseñadoras" tienen cara desabrida, casi no te miran y están consumidas por pastillas y/o música electrónica. Sólo intercambian palabras entre ellas y con desgano, como si eso las agotara.
  5. En las ferias no existe un lugar decente para probarnos. Confiamos en nuestras amigas (el espejo del baño del bar es de 10x15cm) y en el frensí de ver ropa "distinta" te dicen que "sii, está buenísimoo" a todo y te llevas una remera con un estampado amarillo fluor que dice "pegame que me gusta". Un desastre.
  6. Ahora todos/as hacen diseño (¡Incluída yo!) pero siempre está la pajera que abandonó teatro, comunicación y ya no quiere seguir atendiendo el local de la amiga cheta de su madre y se autoproclama "diseñadora de moda" e ingresa al circuito menduco. Caraduras. Autolimitémosnos chicas, la gente que hace diseños admirables, no pone un perchero en el patio de un bar en chacras. Y si lo hace, esperemos que triunfe y salga corriendo de ahí.
  7. La mayoría de las veces todo tiene un toque "glam", "gay" y "electrónico" tan cliché y aburrido que alguien con un mínimo buen gusto da una miradita y se va.
  8. ¿Por qué la frutilla de la torta de las ferias es un Drag Queen bailando torpemente coreografías básicas con zapatos altos talle 44? A esa altura ya me resigno a comprar sólo remeras en serie de C&A.
  9. Nunca faltan las que compran en Palermo, cambian la etiqueta (y algunas ni gastan plata en eso) y dicen que lo hacen ellas. ¡Vagas, mentirosas!
  10. Por último tenemos a la ingenua que hace todo lo que ponen en la página de Utilísima y se apena por no vender sus objetos kitsch. Esas, todavía tienen de adorno en el living los souvenirs que manoteó desesperada en fiestas de 15, bautismos, etc. Y más que por afecto, los tiene por "lindos" o "tiernos". Cero futuro en diseño.