Frases a desenredar | Hoy : "No me entendés"


Te hizo enojar. No se dió cuenta que estás molesta. Te quedás callada. No lo nota y sigue haciendo "eso". Querés que se de cuenta, dar una señal. Elegís primero este camino antes de abrir la bocaza. Entonces, para empezar, lo "decís" de muchas maneras.

Ahora bien, que Ud se calle para que el otro adivine, ponga cara de enojada, retire la mirada, cierre la alacena con fuerza así hace ruido, resople como un toro al caminar, no llame en todo el día, mande mensajes como descosida, esté atenta a cada evento de la familia de su marido, no lleve flan a lo de su cuñada, no le sonría a su jefe al saludar, deje caramelos en el escritorio de cada compañero, insista con una juntada con todas sus "amigas" de la primaria, no significa que:

Van a adivinar que esa voca fruncida y esquiva significa "hoy tenía turno con el ginecólogo y no me vas a acompañar por ver fútbol", si no lo miramos se va a dar cuenta que "no me ayudás en nada, me cansaste, sos un inútil", el portazo de la alacena es "me cansé de ahorrar y que vos te la revientes en el Easy comprando boludeces", que nuestro resoplido es "te leí el mensaje de texto de la mina esa y sé que lo borraste recién", no llamar es "estoy enojada, pero me muero si no me llamás más", llenarle de mensajes el cel es "estoy muerta de amor y no desesperada ¿eh?", saberse todos los cumpleaños y aniversarios de su familia es "¿viste? a mí me importa tu familia, vos deberías conversar con mi papá y jugar más con mis sobrinos... forro, amargo", no llevar postre al asado de la cuñada es "estoy harta de tus vivoreadas y ni pienses que voy a ayudarte a poner la mesa", no le sonreís al jefe es "viejo verde subime el sueldo pedazo de desagradable", ser el kiosco de la oficina significa "invitenme al after office, me siento sola y quiero tener sexo borracha", mandar mails a las compañeras organizando juntadas es "quiero que me vean, ahora estoy más flaca que la tontita de Rodriguez y ya tuve un hijo".

Cuantas veces hablamos así, sin hablar y queriendo que el otro decodifique tal como a nosotras nos parece que "debería ser". Pero el peor de todos los casos es cuando tomamos valentía, un día estamos cruzadas, borrachas, cansadas o decididas a decir "basta" y nos animamos a transmitir lo que sentimos. Moqueando, histéricas, devastadas, fatalistas, frías como Cruella de Vil, malditas, maternales... como sea, pero sucede la charla.

Ahora el culebrón recién empieza. Creemos que con decirlo listo, el otro nos entiende. Es sólo animarse. Qué papelón. Muchas veces hablar termina siendo un gran y eterno mal entendido:

"...pero lo que yo te quice decir es que... pero vos no entendés lo que significa... pedí perdón caradura... si, pero me lo decís por que yo te dije... pero si a vos nunca te nació eso... si hablamos siempre porque yo te digo que hablemos... no, no te estoy retando... entonces no te digo más nada... (15 segundos)... ¡decí algo! ¡dale! ¡reaccioná por favor!... sos un cerrado, una roca, tendrías que ir a terapia urgente... no, yo no tengo que volver a terapia... sos vos el que me arruinás la vida... sí, la verdad es que no sé que es lo que hago con alguien como vos... si, no sé que te ví... (llanto, insultos varios)... (él quiere retirarse de escena)... bueno, no... perdón... es que me sacás de onda... si, ya sé... pero escuchame, te lo pido... si yo te escucho siempre... ¿y por qué te crees que te tengo que hacer caso? ¿sos mi papá vos ahora?... no nenito no parezco tu mamá... pero esto que hacés es preocupante... bueno a mí me molesta por lo menos tené en cuenta eso... no, no sé que te molesta a vos... si no hablás nunca... (lo escucha 5 minutos)... bueno amor, ya sé, ya sé... (besos) ¿ves? es re lindo que hablemos..."

Tal vez en 2 meses discutirán por lo mismo. Pero ya no será una novedad y tal vez se escuchen un poquito. Tal vez con el tiempo omitan las malas palabras y no griten frente a los amigos o en la cola del súper. O tal vez no discutan más. Por miedo, cansancio o incomodidad. Tal vez ella se canse y empiece a chatear con el ex. O él se pudrá y la deje un día. O no. Por suerte la próxima semana será una luna de miel y esa noche tendrán buen sexo.

:: Historia rosada ::


Él estaba sentado lo más bien. Cómodo. Los hielos de su trago se iban derritiendo, decolorando la bebida en un degradé que despacito con el sorbete mezclaba... los colores haciendo piruetas, las ojotas flojas, la panza bien puesta sobre el pantalón, su pelo conflictivo en el anonimato.

Se reía con fuerza, los dientes al aire, la voz despanzurrada, los gestos lúdicos. Tenía los ojitos cansados pero chispeantes, curiosos. Hablaba y las pestañitas enruladas aplaudían cada frase.

Ella lo miraba. Se tocaba mucho el arito. Disfrutaba el dolor de su oreja infectada y dale que va se hurgueteaba empeorando la cuestión para que después "Macril" haga lo suyo. Se puso un vestidito cómodo, en el verano engorda siempre y odia comprobarlo con los jeans. Unas chanclas medio fieras, pero eran de suela blandita. Tenía el pelo atado y se lo soltó masajeando la zona donde tenía puesto el colín. Los músculos de su cara se chorrearon. Le dió sueñito.

-¿Vamos?
- Dale...

Cuando ella habló él comprobó que era hermosa. Ella tenía ganas de decirle cosas rosadas y abrazarlo un rato largo.

Se fueron. Mañana ella tendrá su perfume en el pelo.