¡Feliz Año Nuevo!

Otra vuelta de la Tierra alrededor del Sol.
Otra sidra que se descorcha y se bebe con turron duro que -uno no sabe por qué- otra vez lo come.
Otra agenda nueva.
Otro enero pifíandole con el año porque uno todavía no se habitúa "¡Ahhh cierto, estamos en el 2010!" Diremos.
Otra vez empezar todo en marzo y dejar varias cosas en julio.
Otro año que en diciembre diremos "Se me pasó volando este año".

Otro. Sí. Pero nuevo. Incierto. Porque la estructura se repite, pero el tiempo no.
¡A disfrutarlo! ¡Feliz 2010!

¡Un abrazo grande!

:: Historia de una idea ::

Es de noche y una idea apareció con bombos y platillos. ¡Sácate! Claro, el muchacho no va a pegar un ojo. Esa idea vino con otras y esas con sus compañeritas. Todas las ideas en filita entran, encajan, se combinan y "esto va acá... ¡claro!... aha... tendría que anotarlo.. de una... ¡excelente!... entonces después lo que voy a hacer es" Así está nuestro amigo pensando. A oscuras. Contento. Con los ojos bien abiertos. No puede parar.


Fue una noche larga. Diste muchas vueltas en la cama. Tenés los ojos chinitos del sueño. Y sí, yo lo sospechaba. No está tan buena la idea. Y ahora el mal humor. Y el sueño. Y no se te ocurrió nada nuevo. Y bueno.

:: Historia de una muñeca ::


Cuando se iba a la escuela la dejaba acostada en su cama, tapadita. Cuando estaba enojada la retaba y quedaba tirada en un rincón con un brazo para arriba y el cabello revuelto. Quieta. Horas.
Cuando le daba culpa la mecía y alimentaba como un bebé. Cuando su mamá no la veía le cortaba un poco el pelo "las puntitas, así crece más fuerte". Un día la metió en la pelopincho y su mamá la retó. El pelo desde entonces era una virulana alocada. A su vecino se la revoleó por la cabeza en un carnaval violento de bombuchas. A sus amiga Sandra no se la prestaba mucho. La escondía en el cajón de las bombachas cuando venía.
Su tía le decía que se veía roñosa, que ya le iba a regalar una nueva. Su tía no entendía que todos los perros son lindos y que el pan con manteca era mejor que las tenebrosas galletas de arroz que se pegan en el paladar.

Un día la encontró en una caja junto con los Pin y Pon y el diario íntimo de Hendy. Ese día se le corrió todo el rímel.

:: Historia de dos amigas dulces ::


- ¡Justo ahora te lo venís a tocar!
- Buenoo.... es que es un asco como lo tenía.
- ¡Se te nota más! ¡Qué pancha sos!
- ¡Bueno nena! ¡Tratame bien! ¿Qué culpa tengo yo?
- Y... culpa culpa no, es mala suerte. Aunque yo le aflojaría a los alfajores.
- Sos una imbécil. Encima que tengo un grano en la punta de la nariz vos me decís gorda...
-¡Yo no te dije gorda! Te dije que sos muy golosa y que si le aflojaras tendrías mejor la piel, nada más...
- ¡Ah! ¿Nada más? Menos mal que no me decís nada más... ¿cómo carajo querés que me sienta ahora? ¡Siempre me hacés lo mismo! Tenés la habilidad de decir las cosas en el momento justo. El momento de mierda justo.
- ¡Uh nena! ¡Qué exagerada sos! Ponete corrector en el grano y vamos.
- Si te escucharas con el tono en que me hablás.
- Bueno, vos también... hace 30 minutos que te estoy esperando y vos pelotudeando en el baño delante del espejo.
- ¡Yo no sabía que estabas apurada!
- Vos nunca sabés nada nena...
- Ya empezaste de nuevo.
- ...
- Bueno, basta. ¿Vamos?
- Dale, apagá la luz de mi habitación.
- Che... ¿se me nota mucho el grano?
- Y...

DISEÑADOS | 6-7.12.09





BAFICI | 07.11.09





INDIGNA | 09.10.09




:: Historia de una mano ::


"¡Cortala Pancho, cuando naciste no tenías la mano arrugada como cuando pasás una hora en la pileta!" Enérgicamente, de un tirón y con la vena de la garganta erecta, su madre le escupe la frase junto a un pedazo de tortita que se le escapa en la última fuercita. "Qué raro, fueron 9 meses en el líquido ese" piensa él inmutado frente a la triste miguita que da sus últimos temblores de vida sobre la mesa.

Se mete bajo el agua y piensa cómo habrá sido estar dentro de la panza. Mira su mano derecha. La ve más blanca, pálida, siente la piel finita como si fuera un feto. "Le debo haber tocado la piel por el lado de adentro, qué raro..." Siente asco. Sale del agua casi sin aire. "Si soy diestro yo... con ésta fue".

Mira de reojo, ve la panza menopáusica de su madre y se la imagina embarazada. Siente miedo.

:: Historia de un perfume ::


Él lo compró por el frasquito, la marca y el precio. Muy contento lo regaló. Con moño. Nunca lo olió. Cuando ella lo hizo notó que era un almíbar de señorona vieja. Él sospechó que era un poco fuerte, pero siguió feliz por su gran regalo. Ella lo usaba mucho para que se gaste rápido empeorando la situación de aroma fuerte y dulzón. Le dió ternura, sí, pero en le fondo hubiera preferido que fuera el perfume que a ella le gustaba.

Años después, cuando no fueron más novios, ella se compró el que quería aquella vez. Vió en la vidriera el perfume dulzón y sonrió con nostalgia mientras pagaba el otro.

:: Historia de un vaso ::


La Nona lo compró para cuando viniera su nieta. Hacía juego con el platito que también era de princesa. Cuando vinieron, la nieta tomo del que era suyo, un AVENT todo mordido y sólo quería comer del plato de su mamá. Ella pensó que ya era hora de que su nieta comiera sola y que tomara en vasito, pero no dijo nada. No le gusta polemizar.

El plato lo usó para darle de comer a Shimi, la gatita. El vaso quedó en el fondo de la alacena. Años. Un sábado de limpieza general la Nona lo separó y a la tarde se lo regaló a la vecina.

:: Historia de un perro con chaleco ::


La señora estaba contenta, se lo había tejido anticipándose a los primeros fríos. Le divertía mirar al perro con chaleco dando vueltas intentando sacárselo, morderlo. Al principio se refregaba el cuerpo contra la pared, ella lo escuchaba de la cocina y apuraba el mate para pispearlo por la ventana: “Bonito, ya se va a acostumbrar”, pensaba.

El perro con chaleco dormía mucho después de esos momentos de tensión. Y ella lo miraba descansar abrigadito y se sentía reconfortada. Él nunca pudo decirle que el cuello del chaleco le picaba. Ladró y lo explicó moviéndose. Ella embelesada mirando el chalequito de punto jersey no lo pudo comprender. Él prefería el chaleco del invierno pasado. Era de plush. Suavecito.

MONA Y EL CINE | 10 caramelitos ácidos

1. Pororó, maní con chocolate, turrón… ¿por qué los alimentos más crujientes y ruidosos se prefieren en el cine? ¿Por qué no gomitas, pero sueltas, así nadie abre paquetitos?

2. A todo esto: ¿por qué la gente quiere comer en el Cine? Ya no se ven 2 pelis continuadas, ya no pasamos 5 horas en el Cine. No hace falta llevar merienda.

3. ¿Quién les dijo que el celular en vibrador no fastidia? ¿Y que hablando bajito y diciendo “te llamo después, estoy en el cine… si, si… bueno…” no molestan? ¡Si molestan! ¡Termínenla con los celulares!

4. ¿Por qué existe en algunos Videos Club una sección de “Cine –Arte”? ¿Estarán diciendo que el resto es una porquería predecible y taquillera? Che, no insulten a gran parte de su clientela diciéndole que alquila cine-NO-arte-le-gusta-que-lo-embrutezcan. No da.

5. Si escucho: “no, yo me quiero entretener, viste, distenderme. No me vengás con esas películas francesas lentas que me duermo” Me imagino a esa persona de vacaciones 15 días en la costa, sentada en una reposera leyendo la sección deportiva del diario. Y que tal vez va a ver una obra de Cerutti a chusmear el culo del momento.

6. Ver una película doblada al español es lo mismo que comer una papa frita fría de McDonald's: plástica, sin gusto… un engaño.

7. ¿Por qué hacen esas publicidades en contra de las copias piratas? ¿¡Por qué son tan malas mi dios!? ¡No me predispongan así se los ruego!

8. ¿Por qué la gente que le gusta el cine independiente usa los mismos anteojos de marco grueso? ¿Con esos se ve algo que con los marcos tradicionales no? Yo me hice unos pa’ probar.

9. Cuando se llora de manera importante y se termina acurrucada en la butaca, devastada, lógicamente queremos irnos sin que vean el espectáculo de mocos que hicimos ¿No se da cuenta Ud. que al pararse rápido, darse vuelta encandilada por la luz y la nariz como un tomate queda en evidencia? Consejo: espere a que se le adapten a la luz los ojitos mirando preferentemente hacia abajo, sea paciente, guarde los pañuelitos y cuando no queda casi nadie ¡Emprenda la retirada!

10. Última queja. Personalísima. Dirigida a señorita rubia que llevo a su hijita a ver Inlgorious Bastards a Village, función de trasnoche en el mes de septiembre. Te tengo entre cejas, esperate que te cruce por la calle. Desubicada.
***
¡MONA en BAFICI!
7 de noviembre. De 17:30 a 24hs.
Explanada de la Municipalidad de Capital.
Entrada Libre.
::Más info: indignaarteydisenio.blogspot.com::

¡Lo nuevo de veranete!

Frases a desenredar |"¿Por qué sos tan complicada?"


Complicar: “Hacer difícil o más difícil una cosa. Mezclar, unir cosas diversas. Comprometer, hacer partícipe a alguien en un asunto.”

Partamos de la base que decirle a alguien “qué complicado sos che” no es un piropo. Ahora, ¿por qué ser simple es un piropo y complicado un problema?
¡Basta con que nos digan complicadas y nosotras poner cara de pollo mojado! ¡Cortémosla! Hagámonos amantes de la complejidad, corramos por la playa y abracémosla en cámara lenta. Ojo, tampoco es ponernos en cocorita y responder “Si, soy complicada y qué simplón de morondanga… ¡Andá! ¡Si nunca vas a terminar de entender por qué te dejé! ¡Por simple te pasa!” No, tanto no. A no excederse.


Pero si complicar tiene que ver con problematizar algo en función de que mezclamos, unimos e involucramos a otros es porque tenemos que tener un Norte, un objetivo. ¿Para qué unimos el divorcio de nuestro hermano, con los berrinches de los hijos, con que se te quemó la tarta por culpa de que tu marido llega tarde? ¡Epaaa! Si hacemos esa ensalada, es bola enorme ¿Para qué? A ver… pensemos.


Es de cajón que no vamos como caballitos abordando un camino por vez, derechito y sin poder ver otra cosa. No. Tenemos la vista panorámica: pensamos en sacar del freezer la vianda, mientras calentamos la planchita del pelo, anotamos que tenemos que llamar a Mirta por el drenaje linfático y recordamos el discusión que tuvimos con Osvaldo mientras recordamos pasar por el Pago Fácil. Y, parece que viendo tantas cosas nos vamos por las ramas, saltamos a otro árbol y cuando queremos acordar nos perdimos.


Y sí, para nosotras termina siendo difícil la constancia, terminar una actividad, porque hacer “algo” no significa una sola cosa ¡Todo se relaciona con todo! “¡Ay que complicado, qué difícil!” Y sí mamita. Pero… ¿podemos decir esto?:


“No, no estoy más flaca desde que me separé, ¡qué tiene que ver!” “¡No, no tiene nada que ver que tires por la ventanilla esa botella con el calentamiento global!” “¡Qué carajo tiene que ver que yo insulte! ¡Ya te he dicho que eso no se hace nena!” “Si mi marido está más flaco y se tiñe no tiene nada que ver con que los viernes ahora se junta a jugar a las cartas hasta las 6am” Mmmmm… sospechemos de las cosas que van por una caminito y no se cruzan con otros.


¿No será que “ser simple” es un valor raro? Simple significa: “Carencia de malicia, picardía e inteligencia. Formado por un solo elemento o pocos. Cosa sin valor o importancia.” ¿Pa’ qué carajo queremos ser simples? ¿Para complicarnos? Me parece que sí.

¡10 motivos para INDIGNARSE en la Feria INDIGNA!

1. Te compraste hace unos días unas tonteras muy caras, pedorras y ahora no te alcanza para comprarte las 34 cosas que te encantaron.
2. Venís de la oficina y en la feria todos están lookeados con la mejor onda y vos parecés Mirtha Legrand de Tiner.
3. Te das cuenta que tu pareja se viste horrible, querés prenderle fuego el placard y haberlo traído de las orejas así le da vergüenza su remera de piqué mostaza que usa desde el 98’.
4. Tu amigo conoce a casi todos, no te pasa bola y charla 30 minutos con cada uno.
5. Pagaste la entrada y no te gusta nada porque estás con 4Kg. de más. Te odiás por floja pero al rato te tomás un trago de 1000 calorías. Feliz y emborrachando la culpa.
6. No conocés a nadie y te da vergüenza acercarte a toquetear mucho la ropa.
7. No pudiste dejar a tu hijo con nadie y le da sueño, quiere ir al baño y a McDonald’s apenas llegás. Te preguntás: “¿Por qué cornos el padre no puede cuidarlo los viernes?”
8. Escondés un par de bolsas en la cartera así no le das explicaciones a nadie de tu compulsión y mentís con las cifras “No, esto me salió $50, me hicieron descuento”
9. Venir te generó un problema vocacional, querés dedicarte al diseño y dejar tu trabajo. Al otro día le contás a tu mamá y te sugiere ir a terapia. Andá.
10. Te vas y no te quedó plata para el Taxi, ni para esta noche, ni las siguientes. “Bueno, pero voy a estar estupenda” te justificás con cara de orgasmo post-compra.

¡Feria Dominguera! | Este Domingo 20 de Septiembre a las 19 hs.

Dominguear es casi lo mismo que estar "al cuete".
¿Y qué hacen varias mujeres "al cuete"? Hablan. Mucho. Todas. Sin parar.
Nos decimos: "Dale, chusmeame" "¡Ah! qué pasó con eso?" "Contame bien que la otra vez me tenía que ir...""¿Cómo está la fulana?" "¿Qué pasó al final con el mengano?" Nos gusta. No paramos. No se puede luchar contra eso, hasta tenemos la capacidad de llevar 2 conversaciones a la vez y observar la cara de otra en la conversación número 3.

Mujeres, sumemos otra actividad placentera, digamos, además: "Probate esa" "No, yo me la llevo" "Si te queda re lindaa" "Esta me viene de 10 para tapar la panza" "Bueno, que se joda, me llevo las dos cosas" "Estoy re gorda" "No estás gorda, cortala nena".

Hablar, tomar algo, escuchar, ver ropa, probarse, comprar, reírse, compartir. Todo junto. Este domingo desde las 19hs en la casa de MONA.

Invite a otras mujeres a dominguear, no sea mezquina.
***
Feria Dominguera de MONA
¡Primavera Verano 09/10!
Domingo -obvio- 20 de septiembre desde las 19hs.
Anatole France 422. Bº Bancario. Godoy Cruz.



Hoy: "¿Se nota?" | 10 cosas que sí.

  1. Meter panza. No, ya no se usa más. Los ojos se ponen como huevo frito, las costillas salen para adelante y hablamos mal. Pararse derecha, es la única para equilibrar volúmenes en el cuerpo. Pero sin sacar taaaanta teta que después duele la cintura.
  2. Caminar raro para que no se note la celulitis. ¡Peor! Llamamos la atención con nuestra caminada de colon irritable. Si, es un bajón porque si hay, se nota siempre. Consejo: mucho vino y luz de velas.
  3. Ropa negra y suelta, "total lo corto con cartera, sandalias rojas y rouge color pasión gitana". Cuidadito con eso. Lo muy suelto puede empezar a depositarse en curvas no deseadas. Las curvas prominentes "comen tela", dicen.
  4. Si te preguntan algo incómodo y te enojás, pero lo disimulás con un "¿Bah? Vos estás raro, yo estoy re bien... sí, nene, ni me afecta mi ex, me tiene sin cuidado" No, no y no. La revoleadita de ojos, bajarte de un trago 200cm3 de campari, la mueca de nervios y el 2 tonos más alto te delatan.
  5. Llega el chico que te gusta y no sabés por qué empezás a hablar más alto, tirás 2 vasos de cerveza, hacés chistes de mal gusto a tu amiga, vas y venís al baño 14 veces, te hacés la simpática con cualquier chango y al estar tan boba te tomás todo en 3 minutos. Después de vomitar 6 veces y abrazada al inodoro llorás. Obvio que vas a llorar. Calmate.
  6. Llegás a lo de tu suegra y revolea los ojitos cuando contás que saliste con tus amigas anoche. La odiás en secreto pero empezás a decir -disfónica todavía por la resaca- los beneficios de nuestra época que antes las mujeres ni salían y que pobres, antes se casaban sin haber conocido otros hombres, ni hablar de disfrutar la amistad después de casadas y bla bla. Te enterrás. Te destinás al odio. Pará. O jodete si te escupen el flan.
  7. El corrector de ojeras en el grano. Ojo. A veces lo condenás a ser un cucurucho de helado pegado en la nariz. Usá uno bueno, sino, se nota más. Son como los parches de enduído mal lijados en la pared.
  8. La risa falsa. Habría que averiguar qué familiar maldito no les advierte cuando hacen la primera en su tierna infancia. Nunca es creíble -¡bueh! casi-. Se nota la tensión en el cachete. Por que además están nerviosos porque no les dió risa y les tenía que dar y van a quedar mal y 1000 cosas más en un segundo ¡Qué estrés! Candidato a la úlcera.
  9. El enojo trucho. Mmmm... miren esas madres gritonas que amenazan con cara de actriz zonza. El niño falta que aprenda a morderse el labio inferior y haga "auuumm" No gente, cuando no nos enojamos no sirve. La pregunta a veces es: ¿Por qué hacemos eso? Otro tema.
  10. Y para el final dejé esta: En un bailecito de 7mo grado una compañera se puso 2 bolas de algodón en el corpiño. Ella chocha con su remera de lycra Little Stone que le ajustaba, se miraba a cada rato la delantera. En un trágico momento uno de los rellenos estaba partido al medio por el elástico del corpiño talle 80. ¿Quién lo vió? Yo. ¿Qué hice? Al principio no lo podía creer, no podía parar de mirar ese desastre y avergonzada pensaba y bailaba Ace of Base. Cuando ví que los chicos del Don Bosco se le empezaron a reír, la aparté de la pista y le dije "se te corrió el... " señalando. No salió del baño en todo el baile. Creo que esa noche tuve más urticaria de lo normal.

Frases a desenredar | Hoy: "Tan bueno que da miedo"


En un análisis rapidito y al paso coincidimos que las personas quejosas son unas densas, imposibles. Pero si ampliamos el panorama yo diría: ojo con la gente que es muy feliz.

Cuando sufro el optimismo excesivo de alguien comienzo a extrañar a los quejosos. Cuando alguien ve siempre la vida color pastel comienzo a sospechar: miente, niega la realidad, está en una secta o consume algo. Es incómodo tener un Flanders adelante, hasta sospechoso. Imagino que un día matará a toda su familia a palazos.


Cuando recuerdo esas sonrisas mal actuadas, esa amabilidad perversa querría tener un insatisfecho de cotorrita en el hombro y que me vaya animando el día. El ser humano bendito que está quejándose genera esa cosquilla: te pone mal, te frustra, te irrita o empatizás y te quejás a coro armando una bola de miseria que aplasta al mundo, invita a la revolución o al sucidio. Algo pasa cuando alguien se queja, algo se mueve en el otro, por lo menos te invita a reflexionar. Distinto de la gente que es muy optimista y feliz. Uno se detiene, no sabe qué decir y comienza a sentirse un ser vil y sombrío que se arruina la vida y la salud con tanta inconformidad.

Esa es la trampa. Ojo con los buenitos: son zorros. El quejoso te muestra rápido su falla, su punto flaco, su herida. Es, en un punto, hasta más bobo.

El bueno está muy enterito, muy robotito. Mmmm... yo no quiero estar presente el día que a uno de esos se le salte la chaveta. Qué miedo.

Frases a desenredar | Hoy: "No puedo..."

Muchachas, sincerémonos. Cuando decimos "no puedo" ¿Realmente es "no puedo"?
El primer uso extendido del no puedo es para mentir, excusarse de alguna situación donde queda medio fulero decir "no tengo ganas de ir a tu casa porque ya no te soporto quejándote todo el día de tu suegra" se dice "no, Negrita, no puedo... sabés que justo mañana viene a comer la Vale... sí, sí qué embole hace mucho que no nos vemos, pero bueno viste que la Vale se invita sola y para colmo viene con el hijo que me despelota toda la casa y... " Ahí ya somos unas zorras malditas que para hacernos las simpáticas (porque tenemos cola de paja) nos ponemos a criticar a la pobre amiga que nosotras invitamos con ganas y hasta le hicimos la tarta que le gusta y todo. Pero bueno, pasa.

Otro uso es para justificar, lo que sea: "te juro que me encantaría poder olvidar el moco que te mandaste en el verano, pero por más que intento, NO PUE-DO, perdoname pero no puedo, es más fuerte que yo" Esto bien puede leerse: "Te voy a seguir torturando hasta que el resentimiento que tengo se me calme un poco, pedazo de porquería, me vas a rogar de rodillas y cada vez que me quieras hacer un planteo te voy a recordar el moco del verano así te quedás muti, ahora I've got the power!". ¿Cómo somos eh? Qué cosa maravillosa.

No puedo: olvidarlo, amarlo, perdonarlo, llamarle, dejarle de llamar, dejar de sacar el cuero a mis amigas, dejar de decir que estoy gorda y que mi novio me mire como a una estúpida. No puedo trabajar de noche, no me puedo levantar temprano, a la siesta mi hija hace ruido... no puedo más. No puedo no quejarme, no, no... eso es. La queja chicas. Porque siempre que no podemos andar es porque un gigante nos pisa el cordón del zapatito de cristal. Entonces la srta. se lava las manos, se apachurra en el mismo lugar y dice "no puedo culpa de...". Ahí se queda la princesita, quietita. Y lo peor, cuando ve a una que sí puede la critica, la odia, no la registra o la admira como una fan adolescente.

Es que las otras siempre tienen menos problemas, por eso pueden. Mmmmm... chicas ¿Cuántas veces miramos a ver si hay un pozo en el culo de Pampita en vez de soltar la segunda porción de pastafrola? Seguro, ella tiene la plata para los tratamientos y vive de su cuerpo y todos los días en el gym y ¿está loca? y bla bla... Claro que no se puede comparar una modelo con una maestra de EGB de clase media, pero ¿todas las maestras están iguales? Pasa que tendemos, en ese eterno no poder, a compararnos con imposibles y así chiquititas ante la medalla de oro, la más linda, la del marido bueno, la que gana mucha plata, etc. somos, obvio, un trapo de piso. Qué manera enmarañada de apachurrarnos che.

Entonces, ¿no puedo? O: no quiero, tengo miedo, no me gusta, no te quiero, no me interesa, no quiero cambiar, no quiero parecerme a fulano, prefiero otra cosa, etc. ¡Uyy! Ahí te quiero ver la trifulca jugosa que se nos arma. Ahí no hay lola, hay que hacerse cargo. Pero bueno, a veces NO PODEMOS.


Frases a desenredar | Hoy: "Ojo chicas, paremos la moto"


Hay frases que quedan picando. Y cuando pasa, está bueno de-sen-ma-ra-ñar-las. Ahí les va una forma de desenredar la frase: "Ojo chicas, paremos la moto".

Que las mujeres somos quejosas no es novedad. Histéricas, menos. Zorras, incomprensibles, emocionales... bla bla parece que ya no se nos mueve un pelo. Si te toca el suegro que hace chistes machistas de que los "hombres tenemos más necesidades por naturaleza" excusando su compulsión de ver tetas o el tachero le grita a una "¡Andá a lavar los platos!", la vena no se te hincha hasta explotar en sangre y gritos rompe tímpanos. Aparece otro sentimiento: desprecio, pena, indiferencia. Uhhh. Nos pusimos bravas chicas, la cosa está complicada ahora.

Ya es antiguo pensar que esto es incuestionable:
Mujer=Madre. Esposa="Obligaciones" en la cama. Hombres=Muuuchas mujeres. Mujeres=Quieren a un sólo hombre (del padre por lo general no salían muchas) Hijos=son de Mamá. Dinero=del Papá. Etc.

Por ello, circulan grandes revelaciones: publicidades de pañales con papás usando toallitas húmedas, mujeres empresarias solitarias con su Mac, grupos de mujeres libertinas re divertidas sean todas así y usen esta ropa, hombres enamoradizos y bobos usando tal perfume, etc. Pero no es tan sencillo, no, no. Hay que leer entre líneas. Ojo chicas que al suegro machista no hay que prenderlo fuego y al novio que quiere ir a medias en la salida hay que hacerle un monolito. Cuidadito. Deténganse en la bici fija esa que no va a ningún lado y piense ¿Qué quiere UD? Usted, sí, no se quede ahí con cara de paparula. Piense...

A la que no se detiene a pensar, un día le da un ataque de pánico en el Wall mart o una crisis de angustia hablando con el verdulero de tomates. Ojo chicas, paremos la moto.

Ponelos en Cuatro | Feria Matahari de MONA

Alguna vez nos gustó que mueran por nosotras. Que desesperados supliquen por una migaja de nuestro irresistible amor. Alguna vez fantaseamos con un ex ingrato queriendo volver para, esta vez, nosotras decirle "NO" y que nos ruegue, mientras nuestra carcajada vengativa le desgarra el corazón.

A veces nos vamos de mambo, y para equilibrar la balanza de nuestros desamores, enamoramos a un amigo para que un día nos diga tembloroso "tengo que hablar con vos". Y sí, ya sospechamos que sufre por nosotras, pero igual le contás intimidades de tu saliente, te mostrás frágil ante él, le pedís que te acompañe a un casamiento y borracha le histeriqueás. Y sí, ahí nos excedemos.

Hay una parte matahari que se activa un día, tal vez cuando de chica te mandan al almacén y pasás por lo del vecino que te gusta y 3 metros antes caminás distinto, ponés cara de trompita, te arreglás las pulseritas -o no sacás la mirada del piso pero pispeás de reojo a ver si te mira- Desde ahí, una mueca casi maliciosa se nos dibuja sin querer cuando nos suplican y obvio, muy relajadas y campantes, respondemos: "No sé... estemmm... no, mejor no."

A veces nos gusta ser guachitas, brujas. Porque así nos persiguen en fila, en cuatro patas como bestias en celo. Nosotras, hechas unas monas, miramos para adelante... tras ESE que todavía no nos ruega.
***
Segunda feria de MONA. Viernes 24 de julio. 21 hs.
Anatole France 422. G. C.


Las ferias de diseño en Mendoza | 10 motivos de ira

  1. En una misma falda encontrás: un pedazo de cortina de la abuela, modal verde cata, costuras amarillas, puños a lunares y una flor de tul.
  2. Las remeras que son lindas son cortitas: ¿Qué mujer muestra el ombligo después de los 20 años? Sólo en verano, en la playa y después de 2 tragos.
  3. Algunos diseños además de extravagantes son lindos, pero... deberíamos comprarnos zapatos, abrigo y corte de pelo nuevos para no parecer una oficinista que le metieron droga en el café y se perdió ¿Con qué se combina un tapado multi-color, con multi-texturas? Con droga, dirían en el almacen del barrio.
  4. Las "diseñadoras" tienen cara desabrida, casi no te miran y están consumidas por pastillas y/o música electrónica. Sólo intercambian palabras entre ellas y con desgano, como si eso las agotara.
  5. En las ferias no existe un lugar decente para probarnos. Confiamos en nuestras amigas (el espejo del baño del bar es de 10x15cm) y en el frensí de ver ropa "distinta" te dicen que "sii, está buenísimoo" a todo y te llevas una remera con un estampado amarillo fluor que dice "pegame que me gusta". Un desastre.
  6. Ahora todos/as hacen diseño (¡Incluída yo!) pero siempre está la pajera que abandonó teatro, comunicación y ya no quiere seguir atendiendo el local de la amiga cheta de su madre y se autoproclama "diseñadora de moda" e ingresa al circuito menduco. Caraduras. Autolimitémosnos chicas, la gente que hace diseños admirables, no pone un perchero en el patio de un bar en chacras. Y si lo hace, esperemos que triunfe y salga corriendo de ahí.
  7. La mayoría de las veces todo tiene un toque "glam", "gay" y "electrónico" tan cliché y aburrido que alguien con un mínimo buen gusto da una miradita y se va.
  8. ¿Por qué la frutilla de la torta de las ferias es un Drag Queen bailando torpemente coreografías básicas con zapatos altos talle 44? A esa altura ya me resigno a comprar sólo remeras en serie de C&A.
  9. Nunca faltan las que compran en Palermo, cambian la etiqueta (y algunas ni gastan plata en eso) y dicen que lo hacen ellas. ¡Vagas, mentirosas!
  10. Por último tenemos a la ingenua que hace todo lo que ponen en la página de Utilísima y se apena por no vender sus objetos kitsch. Esas, todavía tienen de adorno en el living los souvenirs que manoteó desesperada en fiestas de 15, bautismos, etc. Y más que por afecto, los tiene por "lindos" o "tiernos". Cero futuro en diseño.

Mona en Imágenes



Pueden hacer click sobre la imagen y ver el trabajo que hizo Gaby con las fotos y los videos que tomó en la Inauguración y en la previa.
Les cuento que quedé con ella a último momento e hizo MAGIA, sí, magia: en la segunda parte del video (que fue la previa o backstage) yo estaba ansiosa, con el pelo sucio y con sueño. No se nota tanto -¡bueh! en algunas parezco la mona Chita, lo admito-. Y a la noche, en la Inauguración, con la poca luz que había para filmar hizo maravillas. Obvio que ya me había bañado, pero seguía medio loca.
Volviendo a Gaby, tiene un ojo artístico sorprendente. Saca fotos muy buenas. Se las recomiendo para lo que necesiten. Además, es una hermosa persona.

¡Muchas gracias Gaby!

El legado

Mi mamá no soportaba lo desabrido, soso o chato. En una cara, en una postura, actitud o ropa. "Mmm... le falta algo", decía. Un poco jodida mi madre, pero me hacía pensar.

Cuando me vestía me decía: "¿Por qué no te ponés esto con esto?" Yo, pesadita, le contestaba: "Ayyy mami, eso no combina" Después, mi hermana sugería otra cosa, yo otra, mi mamá metía la cuchara y nos pasábamos las tardes combinando texturas, colores, estilos.

Yo sé que me pasé de la raya: les hice corte de pelo a mis perros y trajes pintados en el cuerpo para que parezcan de otra raza. Pero eso ya es otro cantar.


MONA. Diseños exclusivos hechos a mano.

Nace Mona


Cuando yo nací mi papá estaba preocupado porque yo era muy peluda. Como un monito.
Por suerte, después me hizo sentir linda, me cantaba "me importas tú y tú y tú".

Así que, parecía un mono pero me había puesto mona.

Además, me gustaba sacarle las pulgas a mis perritos. Tenía posters de monos y piojo que andaba se me pegaba. Me depilaba demasiado, me rascaba otro tanto. Cuando algo me gusta digo "mirá que mono". Mi amado tuvo fobia a King Kong.

Mona llegó en junio. Yo, en abril. Ya era mucha coincidencia.

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Fecha 12 de junio.

Hora 20:30hs. Desfile e inauguración de Mona y presentación de Antón Pirulero.

Lugar Belgrano 940. Timbre 1. Godoy Cruz.