Frases a desenredar | Hoy: "No puedo..."

Muchachas, sincerémonos. Cuando decimos "no puedo" ¿Realmente es "no puedo"?
El primer uso extendido del no puedo es para mentir, excusarse de alguna situación donde queda medio fulero decir "no tengo ganas de ir a tu casa porque ya no te soporto quejándote todo el día de tu suegra" se dice "no, Negrita, no puedo... sabés que justo mañana viene a comer la Vale... sí, sí qué embole hace mucho que no nos vemos, pero bueno viste que la Vale se invita sola y para colmo viene con el hijo que me despelota toda la casa y... " Ahí ya somos unas zorras malditas que para hacernos las simpáticas (porque tenemos cola de paja) nos ponemos a criticar a la pobre amiga que nosotras invitamos con ganas y hasta le hicimos la tarta que le gusta y todo. Pero bueno, pasa.

Otro uso es para justificar, lo que sea: "te juro que me encantaría poder olvidar el moco que te mandaste en el verano, pero por más que intento, NO PUE-DO, perdoname pero no puedo, es más fuerte que yo" Esto bien puede leerse: "Te voy a seguir torturando hasta que el resentimiento que tengo se me calme un poco, pedazo de porquería, me vas a rogar de rodillas y cada vez que me quieras hacer un planteo te voy a recordar el moco del verano así te quedás muti, ahora I've got the power!". ¿Cómo somos eh? Qué cosa maravillosa.

No puedo: olvidarlo, amarlo, perdonarlo, llamarle, dejarle de llamar, dejar de sacar el cuero a mis amigas, dejar de decir que estoy gorda y que mi novio me mire como a una estúpida. No puedo trabajar de noche, no me puedo levantar temprano, a la siesta mi hija hace ruido... no puedo más. No puedo no quejarme, no, no... eso es. La queja chicas. Porque siempre que no podemos andar es porque un gigante nos pisa el cordón del zapatito de cristal. Entonces la srta. se lava las manos, se apachurra en el mismo lugar y dice "no puedo culpa de...". Ahí se queda la princesita, quietita. Y lo peor, cuando ve a una que sí puede la critica, la odia, no la registra o la admira como una fan adolescente.

Es que las otras siempre tienen menos problemas, por eso pueden. Mmmmm... chicas ¿Cuántas veces miramos a ver si hay un pozo en el culo de Pampita en vez de soltar la segunda porción de pastafrola? Seguro, ella tiene la plata para los tratamientos y vive de su cuerpo y todos los días en el gym y ¿está loca? y bla bla... Claro que no se puede comparar una modelo con una maestra de EGB de clase media, pero ¿todas las maestras están iguales? Pasa que tendemos, en ese eterno no poder, a compararnos con imposibles y así chiquititas ante la medalla de oro, la más linda, la del marido bueno, la que gana mucha plata, etc. somos, obvio, un trapo de piso. Qué manera enmarañada de apachurrarnos che.

Entonces, ¿no puedo? O: no quiero, tengo miedo, no me gusta, no te quiero, no me interesa, no quiero cambiar, no quiero parecerme a fulano, prefiero otra cosa, etc. ¡Uyy! Ahí te quiero ver la trifulca jugosa que se nos arma. Ahí no hay lola, hay que hacerse cargo. Pero bueno, a veces NO PODEMOS.


Frases a desenredar | Hoy: "Ojo chicas, paremos la moto"


Hay frases que quedan picando. Y cuando pasa, está bueno de-sen-ma-ra-ñar-las. Ahí les va una forma de desenredar la frase: "Ojo chicas, paremos la moto".

Que las mujeres somos quejosas no es novedad. Histéricas, menos. Zorras, incomprensibles, emocionales... bla bla parece que ya no se nos mueve un pelo. Si te toca el suegro que hace chistes machistas de que los "hombres tenemos más necesidades por naturaleza" excusando su compulsión de ver tetas o el tachero le grita a una "¡Andá a lavar los platos!", la vena no se te hincha hasta explotar en sangre y gritos rompe tímpanos. Aparece otro sentimiento: desprecio, pena, indiferencia. Uhhh. Nos pusimos bravas chicas, la cosa está complicada ahora.

Ya es antiguo pensar que esto es incuestionable:
Mujer=Madre. Esposa="Obligaciones" en la cama. Hombres=Muuuchas mujeres. Mujeres=Quieren a un sólo hombre (del padre por lo general no salían muchas) Hijos=son de Mamá. Dinero=del Papá. Etc.

Por ello, circulan grandes revelaciones: publicidades de pañales con papás usando toallitas húmedas, mujeres empresarias solitarias con su Mac, grupos de mujeres libertinas re divertidas sean todas así y usen esta ropa, hombres enamoradizos y bobos usando tal perfume, etc. Pero no es tan sencillo, no, no. Hay que leer entre líneas. Ojo chicas que al suegro machista no hay que prenderlo fuego y al novio que quiere ir a medias en la salida hay que hacerle un monolito. Cuidadito. Deténganse en la bici fija esa que no va a ningún lado y piense ¿Qué quiere UD? Usted, sí, no se quede ahí con cara de paparula. Piense...

A la que no se detiene a pensar, un día le da un ataque de pánico en el Wall mart o una crisis de angustia hablando con el verdulero de tomates. Ojo chicas, paremos la moto.